Preparando el nuevo colegio

Podas y libros para el día de mañana

Una docena de presos desbrozan caminos y limpian el nuevo colegio del pueblo

 

 

La limpieza de la ribera del río para evitar desbordamientos con las crecidas es uno de los trabajos del programa Reincorpora.

 

 

Día de mercado en Riello. Aperos, calcetines y quesos son lo que más interés despierta entre el personal. “Aprovechad para gritar aquí que en León ya no os van a dejar”, comenta un vendedor a sus colegas, en referencia a la rígida normativa que acaba de aprobar el Ayuntamiento de la capital. Se escapa la nieve. Vecinos de todos los pueblos próximos se acercan al mercado y a los bares de Riello que aún quedan abiertos (se echa de menos el del Riberano). Desde la plaza, contemplan a una docena de uniformados con las escobas al hombro, caminando por la carretera que va hacia Inicio.
Son 14 presos del Centro de Inserción Social (CIS) que han llegado al pueblo para hacer trabajos a la comunidad. Participan en el programa Reincorpora, en el que colaboran La Caixa y Fundación Proyecto Hombre León. Limpian la ribera del río, desbrozan caminos y barren el nuevo colegio que el próximo lunes estrenarán los 17 alumnos que actualmente van a clase en Riello. “Si encontrara trabajo, me quedaba aquí a vivir, que ya me queda poco para salir, pero tal y como están las cosas… En el periódico leí ayer cómo está la tasa de pobreza y la verdad es que da miedo”, dice uno de ellos, que no quiere dar su nombre.
La crisis económica y la elevada tasa de paro dificultan, obviamente, la reinserción de los presos que necesitan conseguir un trabajo para obtener la libertad. Hasta hace unos pocos años, la inmensa mayoría de los que salían de la cárcel se dedicaban, al menos durante unos meses, a la construcción, hasta que conseguían dinero para rehacer su vida. Gracias al programa Reincopora adquieren una formación que puede ayudarles a encontrar empleo. La parte teórica la cursan en el propio centro y al práctica, antes que en Riello, la realizaron en Sariegos y en Azadinos. “Viene bien hacer este tipo de cosas, porque dentro hay talleres y otros entretenimientos pero no son lo mismo. Al menos, así la cabeza deja de furrular durante un buen rato”, comenta uno. Unos más que otros, todos ellos están de buen humor porque les queda poca condena (el CIS es algo parecido a un premio para los internos de la prisión de Villahierro, en Mansilla de las Mulas) y porque prefieren estar trabajando que en rutina de la cárcel. Por eso, tienen tiempo para bromear: “Aprovechad para hacernos fotos a nosotros, que no creo que Garzón os deje cuando le toque hacer trabajos a la comunidad. Entrará en un programa de reinserción para jueces”.
Hasta mediados de febrero, 14 internos del CIS estarán por Riello realizando servicios a la comunidad. Curiosamente, son los responsables de Proyecto Hombre León los que se tienen que poner en contacto con ayuntamientos de toda la provincia, y no al revés, para ofrecer sus servicios. En la localidad omañesa han trabajado ya en varias ocasiones. Ahora limpian caminos para que los vecinos del pueblo puedan pasear sin la necesidad de salir a la carretera general, desbrozan la ribera del río para evitar desbordamientos ante una posible crecida y, además, adecentan el nuevo colegio de Riello, que será estrenado el próximo lunes.
En el patio, suena reggaeton a todo volumen. Los presos barren la pista polideportiva a este impertinente ritmo y dan los últimos retoques a la que se puede considerar la obra más esperada en Riello en mucho tiempo. Han sido necesarios muchos años de espera, muchas reclamaciones por parte de los padres y una inversión de 30.000 euros (10.000 de ellos por parte de la Junta de Castilla y León, otros 10.000 por parte de la Diputación y el resto por parte del propio Ayuntamiento) para que los 17 alumnos del centro, llegados de los pueblos del municipio y también de otros cercanos como Valdesamario y Murias de Paredes, puedan disfrutar de varias aulas en las que separar a los de primaria y a los de secundaria. Se ha adaptado el antiguo albergue municipal, junto a los campos deportivos puesto que la vieja escuela se quedaba pequeña. En una de las comarcas más despobladas y envejecidas de Europa, los alumnos de este colegio han pasado de ser 7 hace diez años a los 17 de la actualidad, gracias a que se han instalado en la zona varias parejas jóvenes.
14 presos y 17 niños que comparten escenario en su camino hacia el día de mañana.

Noticia de la Crónica de León

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